sábado, 14 de julio de 2012

KAOS AND ROAD


(Esto ocurría alrededor del 11,12 y 13 de Junio, si voy con un mes de retraso)
Una de las calles que te ofrecen salida al Kaos
Si, así es como debe de llamarse esa maldita calle. Kaos and road. No sé si es manía, asco, desagrado, mal entendimiento, no lo sé. No consigo entender esa calle. Es una calle solo para turistas. Alcohol, comida, ropa, drogas, baratijas y sexo. Eso es todo lo que encuentro en esa calle. No, no consigo entender porque volví allí. Bueno si, porque no sé dónde puedo encontrar otra cama a ese precio, y tampoco es muy barata. Bueno la cosa es qué llegamos allí y se nos hizo tarde para ir ha hacer la visa, así que pasamos el día dando vueltas alrededor, comiendo, durmiendo, sudando, porque hace un calor infernal, y por la noche, como no había otra cosa que hacer, compramos cerveza. Creo recordar que costaba como un euro la botella de 2/3. Cogimos una cada uno, yo me emborraché, Marine decidió que pilláramos otra ronda y yo dije que me volvía a casa. Que eso estaba lleno de sacacuartos, que mejor nos la tomábamos en casa tranquis, con musiquita. Bueno después de media botella más yo dije que me iba a la cama, que estaba borracho. Así estoy, con un litro de cerveza y me toca irme a la cama. No quiero pensar que sería de mí si volviera a España. Quizá volver a los zumos de manzana por la noche, a buscar botellas de cola, a recordar pillar mi bebida porque la “sin” está pensada para la “con”. Nada, yo paso de eso. Mejor me busco la vida por aquí, o  me busco un mejor plan que el botellón para las noches que sueño con Madrid. Pero volvamos a Tailandia, la cosa estaba en que no sé si es por la glicerina, o porque medio borracho era la única manera de soportar aquella historia, o porque me dije- mira mejor que beberte 4 botellas, y gastarte toda esa pasta, ponte borracho fácil y olvídate de todo. Y que sea lo que la vida quiera. No, no fue un gran plan, aunque me lo pase bien haciendo el tonto con Marine, al final siempre hacemos lo mismo, el tonto y nos lo pasamos muy bien.
4 carriles en cada direccion, a veces, para cojer el bus te toca cruzar 2 carriles, porque  para en mitad de la carretera
Al día siguiente nos toca ir a la embajada india, otra aventura. Aquí no hablan mucho ingles, pero por alguna razón entendemos que bus debemos de coger. Cogemos el susodicho bus, y al poco nos dicen que no, que no  es este bus. Ósea es este bus, pero no este en concreto. Que es de otro color. El color amarillo va por la autopista, tenemos que coger el azul, o eso recuerdo, que lo mismo era rojo, que es el que va por la calle. Nos bajamos y allí no pasan más buses. Nos dicen que la parada está en la calle paralela, en la paralela nos dicen que no hay buses, luego nos mandan al sitio donde nos hemos bajado, y así pasa el tiempo y nos quedamos otro día estancados en Bangkok. Yo me harto de que nos manden de un sitio para otro (porque esa es otra, como no pueden admitir que no saben o que no pueden ayudarte siempre te dan una dirección, eso, o que como quieren parecer saber ingles pues te mandan a algún sitio, luego…ya te buscaras la vida) y decido que pillo un tuk-tuk. El primero me dice que 300, yo le digo 50 y me dice que adiós, pues hasta luego. El siguiente me dice que cuanto pago. Le digo que 50 me dice que 250, le digo 50 me dice 200, le digo de nuevo 50 y me dice que no, que muy lejos. Ya el siguiente le paro con más información, así que antes de que me empiece a comer la oreja con que está lejos y toda la pesca le cuento yo la historia, así que al final lo saco a 100, que es una pasta, pero lo prefiero antes que pasar otra noche en Bangkok. En el camino nos hacemos colegas, así que nos ofrecemos el trato mutuo. El nos da el lift gratis, y nosotros le llenamos el depósito. Esto es algo típico de aquí. Hay tiendas que les dan gasolina por llevar turistas, si compramos algo, se lleva comisión además. A veces, esto pasa casi como un timo, diciendo que hoy es el día de buda y no hay tasas o cosas así, o que el envío se hace gratis, o que hay un descuento del 10%, bueno, muchas cosas así, pero también se puede usar para que turista y conductor salgan ganando. Las tiendas son las mismas, joyas, agencias de viaje y trajes a medida.
Al llegar a la embajada empiezan los primeros problemas, o más bien las pedidas de pasta. Los papeles, pasta, unas fotos, unos casi 5 euros, le digo que nos las hacemos abajo, que hay un fotomatón. Esto nos cuesta la mitad, pero no toca cambiar dinero y… no hay Money changer!!! Así que solo lo podemos hacer en el banco. Mal ratio mas comisión. Luego volver ha hacer la cola, mas pagar las visas, mas el bueno, ya os llegara un mail diciéndoos si tenéis la visa o no, si no la tenéis se os devuelve el dinero de la visa, pero no los tramites, bueno como en todos los sitios. Al final unos 130 euros más o menos diría, porque fue hace un tiempo largo.
black buddha, en el temblo de big Buddha

Para la vuelta llamamos al tuk-tuk, pero antes comemos algo, una sopa mala, pequeña y cara. Sitio de oficinas, tipos con corbata, precios inflados. En las tiendas nos pasan cosas graciosas. A Marine le paso lo que me paso a mí la primera vez, la llamaron pobre, y quien? Un indio, aiva la ostia. Después de pasar un rato en la tienda de trajes a medida a 100 pavos, nos dijeron que porque malgastábamos nuestro tiempo y el suyo, que si no vamos a comprar nada por que entramos, luego otro intentó hacerme sentir mal. Yo le dije que no quería trajes ni pollas de esas. Que buscaba camisas baratas y de calidad para la boda de un colega, otra historia inventada, me dijo que ya que me hacia camisas que me hiciera 3, que así era más barato, luego regateamos el precio, le gane el pulso y cuando gane le dije, bueno en realidad no estoy muy convencido, lo mismo no voy, entonces el tipo se mosquea conmigo, y me dice que porque hago eso, que soy mala persona, que si no voy a comprar porque le hago perder el tiempo, y yo entonces le respondo que lo que hago es pasar el tiempo aquí para que me salga gratis el viaje, el tipo se mosquea mas, y yo le digo que esto, es como en India, hay que comer mucho la oreja y tocar un poco los huevos. Es un recuerdo de su país. Creo que no le hizo mucha gracia, yo me partí la caja viéndole como se emocionaba imaginándose esa comisión y su desilusión al ver que esta vez el blanco es el que hacia negocio con él. En la agencia de viajes un poco más de lo mismo, una india, nos quiere vender un paquete a Chiang Mae, nos vende el bus turista, comida para todos los días, un trekking de 3 días por la selva y el billete de vuelta. La decimos que es caro, nos dice que no, pero que puede cambiar algo del billete. Sigue siendo caro, así que cambia algo de las comidas, sigue siendo caro así que cambia algo del alojamiento, sigue siendo caro así que la preguntamos si podemos contratar el trekking allí, nos dice que sí, pero que es más caro allí, porque es en el sitio y te cobran comisión. Bueno después de un rato dando vueltas la decimos que nos vamos, que tenemos que pensárnoslo, que venimos mañana. Ella se enfada, grita, pierde los nervios por no vender, nos dice algunas cosas que no entendemos y nosotres nos echamos unas risas. Debe de ser duro para elles vivir en ese mundo, viviendo solo de lo que puedas venderle a alguien. Ahora me acuerdo de mi haciendo socios de ONG’s pero joder, que se lo tomen un poco más calmado, no? Quizá sea porque en realidad hacen muy buen negocio, y tanta cantidad de dinero los haya cegado, ya no tratan con humanos, solo con dólares andantes, y a no son humanos, son un speech y una sonrisa fabricada para tu confianza en elles. Ya se me yo ese mundo un poco. Que se jodan. Un poco más de lo mismo con las joyerías, quitando que de verdad, estos tipos si eran amables, y te contaban las cosas con respeto y dedicación.
detalle de las puertas del templo
big buddha
De vuelta le pedimos que pare en el big Budda, para que Marine lo vea, y que nos espere. Nos tiramos un rato largo, pues yo aprovecho para hacer algo de meditación, y obviamente, al salir, ya no había tuk-tuk. Bueno el camino son 20 minutos a casa, aprovechamos para comer unos bollos, unos helados y unas frutas, hace un calor de la ostia.
Llegamos, a Kaos and Road, cambiamos dinero para la semana, andamos un poco en ese circo de personas, pasamos el rato, y para cenar volvemos al puesto del otro día, 30 baths por plato, 75 céntimos, en cualquier otro restaurante alrededor, turista, el plato mínimo son unos 100. Así que muy alegremente comemos en nuestro puesto de la calle. Arroz con pollo o cerdo de muchas maneras, no hay vegetales ya. Por lo bien que lo hemos hecho nos tomamos un donut casero de postre. La calidad…bueno, tailandesa, el precio también tailandés, 5 baths, a este precio todo sabe bien.
Al día siguiente toca la aventura de llegar a Ragnon, Pattaya. El primer bus, el urbano, fue más o menos fácil, sin dar vueltas alrededor de la ciudad. En la estación la cosa ya se complico mas, porque hay 2 Ragnon, o Rayon, depende de quién lo escriba, y todo depende de una pequeña pronunciación nasal muy típica de esos países que nosotres, europeos, no somos capaces de imitar fácilmente. Como no pueden admitir que no saben dónde comprar el billete, o que sitio decimos, o que sencillamente no saben inglés, todo el mundo nos manda para algún sitio. Información, 2º piso, nos manda a la ventanilla 21, en el 1º. La 21 nos manda a la 12, también en el 1º, la 12 nos manda a la 34, en el 2º y la 34 nos manda a la 21 de nuevo. Ya en la 21 le decimos que nos den el billete, que no queremos seguir dando vueltas, y nos dice un ah!!!! Ragnon, si si, es aquí. Será que no dijimos bien Ragnon como un tailandés y sonábamos más a chino. El bus es un largo camino, como siempre, pero el bus es cómodo, se ven mogollón de edificios enormes en toda la ciudad, templos en cada callejón, entramados de casas, entramados de calles. Entramados de personas y un kaos para ser cartero o taxista. Después de unas 4 horas llegamos al destino, Ragnon.
como Vencecia, pero sin tanto glamour, Bangkok fue conocida por sus canales.

Como voy un poco atraso con las historias diré que ahora mismo estoy en India, pase por Calcuta, hice una semana del voluntariado Madre Teresa y nos fuimos de ese negocio, Calcuta esta petao de Españoles por el voluntariado, no sé qué cojones tendrán que hacer allí, si en España tenemos mogollón de cosas por hacer, será que queda más bonito decir que ayudo en la India a ayudar en el hospital princesa, donde también hay ancianos, o en cualquier residencia. Pero esto ira en otro capítulo, después nos fuimos a Darjeeling, las montañas del Este, en la frontera con Nepal, donde nos pusimos malos. Yo con fiebre y malo de la tripa y Marine más o menos igual. No vimos nada, solo una enorme nube 24 horas, y luego nos vinimos aquí, donde estamos, Bodgaya, la ciudad donde Budda alcanzo la iluminación bajo un árbol. Así que estamos sanos y salvos. Y con un calor de la ostia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

puedes contarme que opinas si quieres, yo sere muy feliz al ver tus letritas