jueves, 21 de junio de 2012

BYE BYE FLIGHT

Otra vez, otro vuelo. Si otra vez me he quedado en tierra, esta vez no pude convencer a los sistemas, 5  minutos antes y estaba en la India, 5 minutos más tarde y sigo en KL. Me lo tomo con filosofía, es el aniversario de Le Village, la guest house donde me alojo, un pequeño paraíso para backpackers. Aquí la gente hace largas temporadas, 1 semana, 1 mes, 3 meses. Es como una pequeña casa de colegas. Aquí todos son amigos, comparten las cosas y se hacen fiestas por la noche en la terraza.
He pagado una pasta, 500 ringets, unos 125E. Pero como ya he dicho, me lo tomo con filosofía. La cosa es…cuando podre llegar a la India? Tengo un vuelo en 2 días, veremos qué pasa.

miércoles, 20 de junio de 2012

2000 km de viaje


Estoy en el bus de camino a Kuala Lumpur de nuevo, son las 12 de la noche del 19, o sea que ya es 20, el 21 tengo un vuelo a alguna hora de la mañana, que no se cual es, y viajo desde Bangkok, unos 2000 km. El primer bus son 12 horas y media, si todo sale bien, y todavía estaré en Tailandia, luego unas 5 horas hasta el siguiente punto, ya en Malaysia.
La vida me va como siempre, de un sitio para otro, y ahora mismo disfruto del insomnio de un autobús que bien podría ser un carrusel.
De entre los sueños mi cabeza no para de funcionar, siempre me salen las mejores reflexiones del día en ese momento, pero siempre soy muy vago para abrir el cuaderno, buscar un boli, porque el boli siempre desaparece cuando le necesito, y luego llevo 4 bolis en la mochila, y guardarme las reflexiones para cuando sea mayor, y en gran parte para mí mismo, o encender el ordenador y ponerme a escribir. Ahora como estoy en el bus y con eso de los saltos me cuesta menos coger impulso he decidido que voy a escribir. Me apetece escribir. Escribiré sobre nada concreto, solo dejar mi cabeza fluir, ocupar el tiempo en algo productivo, dejar mi cabeza volar.
Me planteo escribir sobre mi conocimiento pero… que puedo yo escribir, que puedo contar, qué conocimiento tengo? Al fin y al cabo todo lo aprendido viene de la experiencia, de la experiencia personal que vivimos, y en este caso como solamente yo la he vivido solamente yo puedo aprender de ella. Puedo contártela, pero no enseñártela. Por eso es una experiencia que solo yo puedo interpretar y entender. Explicare este cacao con un ejemplo más sencillo: el otro día hablaba con un informático, y el tipo me hablaba de todo su conocimiento de gigas, bits, discos duros, floppys, RGB, comando raros, redes, programas, inventos, ir a sitios que ni yo mismo sabía que tenía un ordenador, vamos que entiendo mejor a un chino que a un informático. Y esto porque? Pues porque yo no puedo compartir su conocimiento hasta que no lo experimente. Otro caso, un tiempo atrás hablaba con un músico, y él me contaba que todo tenía un ritmo, una melodía y una nota. El ruido de los coches, los semáforos, el cocinero, los vendedores, los timbres de las casas, el canto de los pájaros. Todo. Él es capaz de escuchar y clasificar todo en notas, ritmos y compases, yo solo soy capaz de diferenciar el sonido de un coche al de un camión. Otro caso divertido fue intentando explicar mi concepto de amor, amor universal y general al mundo, explicar que solo hay un tipo de amor, pero que lo dividimos en distintas partes según lo que esperamos de cada uno, tenemos amor familiar, amor de pareja, amor de amistad, amor a las tradiciones, amor a la comida, pero a cada cosa le ponemos un adjetivo distinto en función de lo que esperamos de ella. Esto no lo entendían ni por más esquemas que yo hiciera. Solo podemos aprender lo que resuena en nuestras cabezas, lo que hemos experimentado previamente. Es imposible entender y aprender algo con lo que nunca hayamos tenido un contacto previo. El conocimiento se construye sobre lo ya aprendido, como una pirámide, como una montaña, como un vaso de agua, necesita de una base para ser llenado. Construimos sobre lo ya aprendido.
Dejo un texto que viene muy al caso para esto:
Dijo, entonces, un maestro: Háblanos del Enseñar.
Y él respondió;
Nadie puede revelarnos más de lo que reposa ya dormido a medias en el alba de nuestro conocimiento.
El maestro que camina a la sombra del templo, en medio de sus discípulos, no les da de su sabiduría, sino, más bien, de su fe-y de su afecto.
Si él es sabio de verdad, no os pedirá que entréis en la casa de su, sabiduría, sino que os guiará, más bien, hasta el umbral de vuestro propio espíritu.
El astrónomo puede hablaros de su comprensión del espacio, pero no puede daros ese conocimiento.
El músico puede cantaros el ritmo que existe en todo ámbito, pero no puede daros el oído que detiene el ritmo ni la voz que le hace eco. Y el que es versado en la ciencia de los números puede hablaros de las regiones del peso y la medida, pero no puede conduciros a ellas. Porque la visión de un hombre no, presta sus alas a- otro hombre.
Y, así como cada uno de vosotros se halla solo ante el conocimiento de Dios, así debe cada uno de vosotros estar solo en su comprensión de Dios y en su conocimiento de la tierra.
Khalil Gibran, el profeta, 1923
También mi cabeza vuela sobre la idea de que viajo solo de nuevo. Marine esta en Bangkok, pues sale más barato el vuelo y yo voy hacia KL, luego nos vemos en el aeropuerto de Calcuta. Con esto no paro de pensar en  ella, en que hará, en cómo se verá, en cómo se manejará, que se que lo hará bien y no tendrá ningún problema, pero me gustaría ver esa experiencia.  También la mando mensajes de cariño, de amistad, vamos de más de lo mismo, de amor. Y es que la quiero. No voy a ponerla etiquetas, la quiero y punto. Nos entendemos muy bien, nos reímos mucho, nos somos muy útiles y nos damos mucha fuerza para liberarnos de nuestros miedos. Con eso me basta, aunque hay mucho más. Sobre la experiencia con ella mi cabeza saca: haz todo lo posible hoy, mañana las cosas serán distintas, la ocasión se fue. Aunque también las cosas hay que hacerlas a su tiempo, ni antes ni después.
Y con todo esto nos vamos a la India, me vuelvo a la India y a Nepal. Vuelvo a mis orígenes. A mis nuevos orígenes. Es como volver a casa a meditar sobre lo experimentado, para aprender lo aprendido, tomar mi tiempo y aprender, tanto que aprender!!! (ostias, ahora tiene sentido toda mi paranoia anterior, que grandeza el escribir, ahora no solo soy el escritor, sino mi propio lector. Escribo para mi, y también para quien quiera leer comeduras de tarro) Nuestro plan es hacer un voluntariado en Calcuta. Quiero “unas vacaciones”, descansar de tanto curro, tanto experimentar, tantos viajes. Tantas casas y lugares nuevos que quiero un poco de orden para comprender todo lo ocurrido. Llevo demasiado tiempo ocupado en mis asuntos y descuidando el mundo, me estoy volviendo egoísta. (parón para cenar, el autobús ha parado. Genial, la cena era gratis!!!viene incluido con el precio del billete) La  verdad que pensándolo fríamente, creo que en realidad voy a hacer el voluntariado para que me ayuden, para que me ayuden con mi idea del mundo, para romper esquemas imaginados de una realidad nunca vista, para ser más humano. Desconozco para qué voy, qué es lo que busco y qué voy a encontrar pero sé que quiero ir, algo me llama. Después volveré a un centro de meditación, me toca dar la parte que recibí, me toca ayudar a nuevos estudiantes a disfrutar de un curso sin preocuparse por nada, solo por su meditación. (Interesados consultar la página http://www.dhamma.org/, o escribir meditación vipassana, podéis encontrar información en español) y después de todo este follón pues en principio podría, que no lo sabré hasta que llegue el momento, tener algunas visitas muy especiales, lo cual me agradaría muchísimo. Pero eso ya es otro tema.
Y también quiero volver a Nepal a ver a un amigo muy especial, Daniel, con acento en la ‘a’. El hombre con el que estuve haciendo bollos y panes en Pokhara. Al irme me dijo que si iba a Australia, que por favor le comprara una caña de pescar buena, que él me la pagaba y se hacía cargo del envío. Que en Nepal la calidad no es buena y cuando coge un buen pescado se le rompe la caña. Pues bien, no la compre en Australia, la compre en New Zealand, aunque es “made in China” y tiene que sobrevivir todavía a otro vuelo, y a un largo viaje, quizá otros 3 meses más. No le he dicho nada del regalo, le escribí un mensaje y no ha respondido, solo espero que no haya cambiado de negocio, o al menos, de casa. Así puedo ir a buscarle. Seguro que le hará mucha ilusión, es un hombre bueno, siempre ayuda a la gente, siempre sonríe, cuida de su familia y de la gente alrededor. Siempre recuerdo que por la tarde, cuando íbamos a tomar el té, muchas veces nos daba unas magdalenas, o hacia bollos de más para los pobres y otra tanda para los chicos de la calle, que los venden a los turistas. También recuerdo con mucho cariño el primer día que me despedí de el después de aprender durante una semana. No sabíamos si volveríamos a vernos o no, el día anterior le dije que no iba a ir al horno por la mañana, que me iba a Katmandú a buscar a Casper y María, pero que antes me pasaba a desayunar mi bollo de chocolate, como todas las mañanas. Pero ese día no había bollo, había un desayuno especial para mí. Hizo un pan especial para mí, solo uno, con distintas harinas, y distinto tamaño. Compro atún, que cuesta una pasta allí, hizo mayonesa casera, coció huevos, le puso lechuga, tomate y zanahoria, pero sobre todo le puso amor y cariño, mucho. Me lo dio con su sonrisa más grande, y yo lo recogí casi con lágrimas, radiando en mi pecho de felicidad como si fuera un sol, un gran sol dorado. Después vino el bollo, y otros tantos panes y bollos y magdalenas para el camino. Claro que yo no podía negarle a tanto corazón tan pequeño detalle. Ya quisieras yo ser capaz de hacer cañas con mis manos, a cambio, lo que pude darle es un     caza-sueños con materiales reciclados. Luego nos encontramos de nuevo a cuando volvimos para coger el bus a la India. Y ahora, mi corazón se ensancha cuando pienso en la sonrisa que le saldrá al ver una caña que soporta 7 kilos, lo cual espero que sea suficiente.
Voy a ver si duermo un poco.
2º trayecto. Llego a Hat Yae a las 7:30, se supone que el bus sale a las 9 a KL, luego resulta que voy con otra compañía, salimos a las 9:30.
Me da por mirar los precios, me han cobrado 590 bats, unos 15E, y aquí los venden a 400. Así que se han llevado una comisión de 5E. Como me imaginaba esto he tenido una gran duda moral en el anterior bus. Al despertarme me he encontrado 200 Bats en el suelo. He pensado que serian de la mujer enfrente mía, primero he pensado en preguntarla, obviamente, como hago siempre. Luego me he imaginado que no entiende inglés, así que lo mismo se piensa que la quiero comprar o algo, o que como soy turista y con mucho dinero la quiero dar pasta. Después he pensado, si es suyo, lo va a coger. Sino, también, el turista siempre es estúpido en Tailandia, siempre nos cobran el impuesto revolucionario turístico. No importa que te sepas los precios, que se lo digas en su idioma, sea como sea, el precio para mí siempre es distinto. Así que esta vez me lo he callado, me lo he callado por la de veces que me han cobrado de más, y para pagar el extra que me van a cobrar, que de hecho he visto que me han cobrado, como siempre, un 50% extra. Si me he sentido mal? Pues no del todo, si seria de la señora o del cielo? Me da un poco igual, me ha tocado que por ser siempre legal alguien page sus propios engaños. En el bus llevamos una hora en lo que se suponía media, hasta la frontera. Otra vez han buscado el minúsculo hueco donde poner un sello. Porque siempre ponen todos los stamp juntos? Tengo unas 30 páginas, la mitad vacías y la otra mitad con 6 sellos cada una. En la parte malaya le he pedido que estrene página, a ver si el siguiente continúa por ahí. Como compañera tengo una tailandesa se 35 años, trabaja por la noche, en un club, bebe siempre que curra, así que acaba borracha siempre que curra. La he preguntado si es camarera, gogo, o yo que sé. Su respuesta ha sido muy clara. – I do everything – jejeje. Está casada con un malayo chino, pero no habla mucho cantones, nada de malayo.  Se comunican en inglés según dice. (Yo no sé como cojones se entienden, porque tiene un acentazo cerrao cerrao, mas cerrao que el mío) y así paso las horas en mis 2000 km de viaje, ya solo me quedan unas 8 o 9 horas. De paso, el autobús es confortable, sillones reclinables individuales, con la posibilidad de regular el reposa-pies automáticamente, igual que el respaldo. Vuelvo a dormir. Son las 1:30 malayas.
Al final he llegado a las 7 y media de la tarde, cansado, sudado pero feliz. Feliz de otro gran viaje realizado. Le digo hola y adiós a Malasia, mis últimas horas en un país que me ha acogido con los brazos abiertos, desde el primer día en el que fui detenido hasta el último en el que la gente me saluda por la calle d como uno más de ellos, me ha dado un idioma, un nombre, una familia y otra religión sobre la que reflexionar, pero sobre todo, me llevo sus gentes, siempre dispuestas a ayudarme, a conocerme, a darse a conocer y darse a ayudar. Te llevare conmigo haya donde vaya. Tienes un pleno defensor en mí. También le digo adiós a Tailandia, con mejor humor que la ultima vez, pero todavía me queda mucho para ser capaz de disfrutar plenamente de sus gentes. Otra vez será…

martes, 12 de junio de 2012

EN EL AMOR, YO CREO


Viernes, Busy day. Tengo que ir a la ciudad, ingresar pasta en mi banco, que me está muchos dolores de cabeza, hablar con los del micro y los cascos para el NoteBook. No funciona la idea, así que me tienen que devolver la pasta, y a todo esto, todavía no he encontrado quien me lleve. Chete esta malo, Lan tiene curro Apae no tiene ni coche ni moto, Bafro no responde. Al final aparece PIko, quien me dice que me lleva a la estación. 

De camino le digo que tengo que solucionar antes lo del micro, pero que no tengo muy claro donde era. Encontramos el sitio, lo soluciono todo sin problemas. La chica me reconoce, me pide el ticket, me dice que la caja esta sucia de café… yo la miro, la sonrío, giro un poco la cabeza en plan sorry. Miro el reloj, debuty, tengo todavía 15 mins para comer algo Cojo el bus desde TC hasta KL, se supone que Marine llega hoy. A las 6 más o menos aterrizara. Quedamos a las 7 en la estación de buses. Yo cojo el bus a las 12 y media, así tengo tiempo para ir a la guest house, pedir una habitación, ducharme, comer. 

El camino en el bus pasa despacio. Quiero llegar ya, quiero que llegue ya. Cuanto menos queda, más despacio pasa el tiempo. El tiempo se multiplica potencialmente. Quizá en base cuadrada, quizá cubica…no lo sé. Intento dormir, hace calor, sudo, el bus salta todo el rato y no encuentro la postura hace frio. Esto no funciona para no esperar. Intento leer para pasar el tiempo hasta que me entre sueño, el coche salta, se mueve todo el rato, no me concentro, hay ruido, la ventana me llama todo el rato. Miro por la ventana para disfrutar el camino, todo es igual, nada me llama en concreto, plantaciones de palma kilómetros y kilómetros. Autopistas sin final, sin principio. Siempre en el medio. Esto me aburre y me entra sueño, volvemos al principio. 

Llego a Kl a las 5.cojo el “upperground” el metro que va por los aires. Chinatown a las 5 y media. Guest house, habitación, ducha, saludos, organizar las cosas y son las 6 y cuarto. Me siento emocionado, aunque todavía no me creo del todo lo que estamos a punto de hacer. Esta vez, fuera de lo normal, llego pronto. 6:45. Lo mismo ha salido antes y ya está aquí. Doy unas vueltas, nada no está. Es normal. 

Espero en una escalera, en otra, vuelvo al punto de encuentro y me siento. 7:15, todavía no ha llegado, nos dimos de margen hasta las 7 y media. Voy a donde paran los buses del aeropuerto a esperar. 7:45  y todavía no está, lo mismo ha pasado de largo, vuelvo al punto de encuentro, tampoco esta. Vuelvo a las escaleras mecánicas, únicas escaleras que dan de la estación de buses, nada. Fumo un piti con un tipo de Bangladesh, me hago colega de un japo que también está esperando a su novia desde la misma hora que yo. Su problema es mayor, la ha mandado a otra estación, confía en que Sentral es una parada obligatoria desde el aeropuerto. Son las 8:30 y tengo hambre, no he comido casi nada en todo el día y todavía no está. Me pienso si habrá decidido no venir, si en el último momento decidió que mejor no arriesgaba. Que se quedaba en casa, con sus amigos, su familia, si vida fácil, su futuro trabajo. Empiezo a sentir miedo, miedo de haberme equivocado, de haber sido capaz de darlo todo y que al final ella no aparezca. No, no puedo sentir que me equivoque al intentarlo, yo hice todo lo posible, si no aparece, no será mi culpa, simplemente es que no debía de darse la situación. Si se marcho una vez, lo mismo no debe de volver a pasar. Son las 9 y ya no se qué pensar. Sigo esperando por inercia. Decido que si hace falta pasare la noche hasta que todo cierre, entonces, me daré por vencido. Ella no vendrá, mientras tanto, yo seguiré esperando, nada que perder y mucho que ganar. Son las 9:30 y me llama, me llama, está aquí, ha venido, ESTA AQUÍ!!! Pero se la ha olvidado que mi teléfono no funciona, yo no puedo hablar. Me escribe, llega en 20 minutos. Al fin, al fin tanta espera, tanto tiempo, tanto esfuerzo ha dado sus frutos, nos volvemos a juntar. Yo todavía no me lo creo. Marine esta aquí, la mejor colega que he encontrado para viajar ha vuelto, volveremos a ser una pareja de hitchhikers, de dormir en cualquier lado, de vivir aventuras, de dejarnos llevar, de no preocuparnos por nada, juntos, siempre nos va bien. Nos lo hemos aprendido.


Qué bonito el reencuentro, que bonito es el amor, que bonito es el momento en el que nos encontramos de nuevo, que ganas de comernos a besos. Tantas preguntas, tantas curiosidades, tanto por contarnos, tanto por hacer. Y a los 2 días, como siempre, la cosa funciona a la perfección, es como el día en el que lo dejamos, nos entendemos igual de bien, nos compaginamos igual de bien, las mismas bromas, los mismos gestos, nada ha cambiado pero todo es diferente. Huele a aceptación mutua, a reconocimiento en el esfuerzo, en lo mucho que nos jugábamos desde el principio. La relación es la misma, la cabeza es distinta. Somos conscientes de que nos queremos, de que nos podemos hacer daño, de que nos podemos hacer mucho bien, pero sobre todo, somos conscientes de la vida. No sabemos que pasara mañana, pero sabemos que el presente es nuestro, y no queremos malgastarlo. Hemos decidido hacer nuestra vida a nuestra manera, fuera de convencionalismos, de seguridades, de fracasos sociales. Lo que nos importa es el aquí y ahora, la vida en su más intimo sentido. Lo que nos hace latir con fuerza, con pasión, con amor. Hemos apostado todo a una carta, a un sentimiento, al motor de la vida, a lo más humano, a la religión más maravillosa de todas, al AMOR.

Pasamos unos días en KL, en la capital, nos hacemos algunos colegas, yo mejoro mi Bahasa Malayu, y ella mira todo como quien viene por primera vez. Yo la veo y reconozco mis tablas, me siento muy a gusto con toda mi experiencia, con toda su novedad. Es como descubrir Asia de nuevo, pero con la experiencia de alguien que ya se lo ha pateado. Con la seguridad de que nada malo va a pasar.

Esto es Batu Caves, un templo hindu,


A los pocos días volvemos a la carretera, a probar autostop, salir de KL es una locura, aquí nadie sabe lo que es autostop y mi poco y pobre Bahasa no se si nos ayuda o los confunde mas. El primer día nos recoge David, un tipo de Nigeria, nos invita a conocer a su familia, a sus colegas, y al final acabamos en un bar lleno de africanos, bebiendo cerveza. El tipo lleva 4 latas desde que nos ha recogido, a las 2 de la tarde. SU vida se mueve en una esfera un tanto mafiosa, no sabemos muy bien a que se dedica, solo que no tiene permiso de trabajo, así que hace business, algo como importación y exportación. Nos dice que puede hacer mucho dinero, y que dios le ayuda, habla mucho de dios, de un dios cristiano. Es de la iglesia de Pentecostés. Al final, la noche termina con su rodilla fuera de lugar, que sensación más extraña la de ver la espinilla totalmente apuntando hacia fuera, vamos que se le salió la rodilla del todo. Se monto un pollo allí, la gente en corro, unos que le quieren mover la pierna, otros que no. Aquí, como en todos los sitios, todos somos médicos y sabemos que hay que hacer, pero querría yo verlos a ellos en el suelo con la rodilla así. Yo intento hacerle espacio y preguntarle que quiere, un médico, un tirón en la rodilla, moverla despacio, pero hay tanta gente y la música esta tan alta que no podemos comunicarnos. Al final todo se soluciona, tiene la rodilla en su sitio. A todo esto, hay que añadir que nos llevamos a su hija, una bebita de casi 3 años, una lindeza de niña. Obviamente se quedo dormida en la fiesta, casi como nosotros, mientras el padre bailaba  y nosotros, bueno mas Marine que yo, cuidábamos de ella. 
Marine, yo, David (Deivid) y Anita

Al día siguiente volvimos a KL, nos despedimos de David con un emotivo abrazo por todo lo pasado, pero contentos de salir de ese mundo. Una experiencia más, pero no la que más buscábamos, jeje, eso nos pasa por tanto dejarnos llevar.

 Esta vez nos hicimos con un mapa en la oficina de turismo, y decidimos que vamos a Cameron Highland en bus. Nos dicen que el último es a las 3:30, miramos el reloj, son las 2:30. Corremos hasta la estación de autobuses,  con el estrés de vernos otra noche más en KL y al llegar, hay otro a las 5 y media, y de paso miramos la hora, el reloj de la oficina estaba adelantado media hora casi.

Nuevo tatu por un colega aprendiz. IN LOVE, I TRUST


Continuara…

LA CARRETERA ESTA LLENA DE COSAS MARAVILLOSAS, PERO MUCHAS VECES ENVUELTAS EN UN PAPEL QUE NI MUCHO MENOS PARECE DE REGALO