sábado, 14 de julio de 2012

KAOS AND ROAD


(Esto ocurría alrededor del 11,12 y 13 de Junio, si voy con un mes de retraso)
Una de las calles que te ofrecen salida al Kaos
Si, así es como debe de llamarse esa maldita calle. Kaos and road. No sé si es manía, asco, desagrado, mal entendimiento, no lo sé. No consigo entender esa calle. Es una calle solo para turistas. Alcohol, comida, ropa, drogas, baratijas y sexo. Eso es todo lo que encuentro en esa calle. No, no consigo entender porque volví allí. Bueno si, porque no sé dónde puedo encontrar otra cama a ese precio, y tampoco es muy barata. Bueno la cosa es qué llegamos allí y se nos hizo tarde para ir ha hacer la visa, así que pasamos el día dando vueltas alrededor, comiendo, durmiendo, sudando, porque hace un calor infernal, y por la noche, como no había otra cosa que hacer, compramos cerveza. Creo recordar que costaba como un euro la botella de 2/3. Cogimos una cada uno, yo me emborraché, Marine decidió que pilláramos otra ronda y yo dije que me volvía a casa. Que eso estaba lleno de sacacuartos, que mejor nos la tomábamos en casa tranquis, con musiquita. Bueno después de media botella más yo dije que me iba a la cama, que estaba borracho. Así estoy, con un litro de cerveza y me toca irme a la cama. No quiero pensar que sería de mí si volviera a España. Quizá volver a los zumos de manzana por la noche, a buscar botellas de cola, a recordar pillar mi bebida porque la “sin” está pensada para la “con”. Nada, yo paso de eso. Mejor me busco la vida por aquí, o  me busco un mejor plan que el botellón para las noches que sueño con Madrid. Pero volvamos a Tailandia, la cosa estaba en que no sé si es por la glicerina, o porque medio borracho era la única manera de soportar aquella historia, o porque me dije- mira mejor que beberte 4 botellas, y gastarte toda esa pasta, ponte borracho fácil y olvídate de todo. Y que sea lo que la vida quiera. No, no fue un gran plan, aunque me lo pase bien haciendo el tonto con Marine, al final siempre hacemos lo mismo, el tonto y nos lo pasamos muy bien.
4 carriles en cada direccion, a veces, para cojer el bus te toca cruzar 2 carriles, porque  para en mitad de la carretera
Al día siguiente nos toca ir a la embajada india, otra aventura. Aquí no hablan mucho ingles, pero por alguna razón entendemos que bus debemos de coger. Cogemos el susodicho bus, y al poco nos dicen que no, que no  es este bus. Ósea es este bus, pero no este en concreto. Que es de otro color. El color amarillo va por la autopista, tenemos que coger el azul, o eso recuerdo, que lo mismo era rojo, que es el que va por la calle. Nos bajamos y allí no pasan más buses. Nos dicen que la parada está en la calle paralela, en la paralela nos dicen que no hay buses, luego nos mandan al sitio donde nos hemos bajado, y así pasa el tiempo y nos quedamos otro día estancados en Bangkok. Yo me harto de que nos manden de un sitio para otro (porque esa es otra, como no pueden admitir que no saben o que no pueden ayudarte siempre te dan una dirección, eso, o que como quieren parecer saber ingles pues te mandan a algún sitio, luego…ya te buscaras la vida) y decido que pillo un tuk-tuk. El primero me dice que 300, yo le digo 50 y me dice que adiós, pues hasta luego. El siguiente me dice que cuanto pago. Le digo que 50 me dice que 250, le digo 50 me dice 200, le digo de nuevo 50 y me dice que no, que muy lejos. Ya el siguiente le paro con más información, así que antes de que me empiece a comer la oreja con que está lejos y toda la pesca le cuento yo la historia, así que al final lo saco a 100, que es una pasta, pero lo prefiero antes que pasar otra noche en Bangkok. En el camino nos hacemos colegas, así que nos ofrecemos el trato mutuo. El nos da el lift gratis, y nosotros le llenamos el depósito. Esto es algo típico de aquí. Hay tiendas que les dan gasolina por llevar turistas, si compramos algo, se lleva comisión además. A veces, esto pasa casi como un timo, diciendo que hoy es el día de buda y no hay tasas o cosas así, o que el envío se hace gratis, o que hay un descuento del 10%, bueno, muchas cosas así, pero también se puede usar para que turista y conductor salgan ganando. Las tiendas son las mismas, joyas, agencias de viaje y trajes a medida.
Al llegar a la embajada empiezan los primeros problemas, o más bien las pedidas de pasta. Los papeles, pasta, unas fotos, unos casi 5 euros, le digo que nos las hacemos abajo, que hay un fotomatón. Esto nos cuesta la mitad, pero no toca cambiar dinero y… no hay Money changer!!! Así que solo lo podemos hacer en el banco. Mal ratio mas comisión. Luego volver ha hacer la cola, mas pagar las visas, mas el bueno, ya os llegara un mail diciéndoos si tenéis la visa o no, si no la tenéis se os devuelve el dinero de la visa, pero no los tramites, bueno como en todos los sitios. Al final unos 130 euros más o menos diría, porque fue hace un tiempo largo.
black buddha, en el temblo de big Buddha

Para la vuelta llamamos al tuk-tuk, pero antes comemos algo, una sopa mala, pequeña y cara. Sitio de oficinas, tipos con corbata, precios inflados. En las tiendas nos pasan cosas graciosas. A Marine le paso lo que me paso a mí la primera vez, la llamaron pobre, y quien? Un indio, aiva la ostia. Después de pasar un rato en la tienda de trajes a medida a 100 pavos, nos dijeron que porque malgastábamos nuestro tiempo y el suyo, que si no vamos a comprar nada por que entramos, luego otro intentó hacerme sentir mal. Yo le dije que no quería trajes ni pollas de esas. Que buscaba camisas baratas y de calidad para la boda de un colega, otra historia inventada, me dijo que ya que me hacia camisas que me hiciera 3, que así era más barato, luego regateamos el precio, le gane el pulso y cuando gane le dije, bueno en realidad no estoy muy convencido, lo mismo no voy, entonces el tipo se mosquea conmigo, y me dice que porque hago eso, que soy mala persona, que si no voy a comprar porque le hago perder el tiempo, y yo entonces le respondo que lo que hago es pasar el tiempo aquí para que me salga gratis el viaje, el tipo se mosquea mas, y yo le digo que esto, es como en India, hay que comer mucho la oreja y tocar un poco los huevos. Es un recuerdo de su país. Creo que no le hizo mucha gracia, yo me partí la caja viéndole como se emocionaba imaginándose esa comisión y su desilusión al ver que esta vez el blanco es el que hacia negocio con él. En la agencia de viajes un poco más de lo mismo, una india, nos quiere vender un paquete a Chiang Mae, nos vende el bus turista, comida para todos los días, un trekking de 3 días por la selva y el billete de vuelta. La decimos que es caro, nos dice que no, pero que puede cambiar algo del billete. Sigue siendo caro, así que cambia algo de las comidas, sigue siendo caro así que cambia algo del alojamiento, sigue siendo caro así que la preguntamos si podemos contratar el trekking allí, nos dice que sí, pero que es más caro allí, porque es en el sitio y te cobran comisión. Bueno después de un rato dando vueltas la decimos que nos vamos, que tenemos que pensárnoslo, que venimos mañana. Ella se enfada, grita, pierde los nervios por no vender, nos dice algunas cosas que no entendemos y nosotres nos echamos unas risas. Debe de ser duro para elles vivir en ese mundo, viviendo solo de lo que puedas venderle a alguien. Ahora me acuerdo de mi haciendo socios de ONG’s pero joder, que se lo tomen un poco más calmado, no? Quizá sea porque en realidad hacen muy buen negocio, y tanta cantidad de dinero los haya cegado, ya no tratan con humanos, solo con dólares andantes, y a no son humanos, son un speech y una sonrisa fabricada para tu confianza en elles. Ya se me yo ese mundo un poco. Que se jodan. Un poco más de lo mismo con las joyerías, quitando que de verdad, estos tipos si eran amables, y te contaban las cosas con respeto y dedicación.
detalle de las puertas del templo
big buddha
De vuelta le pedimos que pare en el big Budda, para que Marine lo vea, y que nos espere. Nos tiramos un rato largo, pues yo aprovecho para hacer algo de meditación, y obviamente, al salir, ya no había tuk-tuk. Bueno el camino son 20 minutos a casa, aprovechamos para comer unos bollos, unos helados y unas frutas, hace un calor de la ostia.
Llegamos, a Kaos and Road, cambiamos dinero para la semana, andamos un poco en ese circo de personas, pasamos el rato, y para cenar volvemos al puesto del otro día, 30 baths por plato, 75 céntimos, en cualquier otro restaurante alrededor, turista, el plato mínimo son unos 100. Así que muy alegremente comemos en nuestro puesto de la calle. Arroz con pollo o cerdo de muchas maneras, no hay vegetales ya. Por lo bien que lo hemos hecho nos tomamos un donut casero de postre. La calidad…bueno, tailandesa, el precio también tailandés, 5 baths, a este precio todo sabe bien.
Al día siguiente toca la aventura de llegar a Ragnon, Pattaya. El primer bus, el urbano, fue más o menos fácil, sin dar vueltas alrededor de la ciudad. En la estación la cosa ya se complico mas, porque hay 2 Ragnon, o Rayon, depende de quién lo escriba, y todo depende de una pequeña pronunciación nasal muy típica de esos países que nosotres, europeos, no somos capaces de imitar fácilmente. Como no pueden admitir que no saben dónde comprar el billete, o que sitio decimos, o que sencillamente no saben inglés, todo el mundo nos manda para algún sitio. Información, 2º piso, nos manda a la ventanilla 21, en el 1º. La 21 nos manda a la 12, también en el 1º, la 12 nos manda a la 34, en el 2º y la 34 nos manda a la 21 de nuevo. Ya en la 21 le decimos que nos den el billete, que no queremos seguir dando vueltas, y nos dice un ah!!!! Ragnon, si si, es aquí. Será que no dijimos bien Ragnon como un tailandés y sonábamos más a chino. El bus es un largo camino, como siempre, pero el bus es cómodo, se ven mogollón de edificios enormes en toda la ciudad, templos en cada callejón, entramados de casas, entramados de calles. Entramados de personas y un kaos para ser cartero o taxista. Después de unas 4 horas llegamos al destino, Ragnon.
como Vencecia, pero sin tanto glamour, Bangkok fue conocida por sus canales.

Como voy un poco atraso con las historias diré que ahora mismo estoy en India, pase por Calcuta, hice una semana del voluntariado Madre Teresa y nos fuimos de ese negocio, Calcuta esta petao de Españoles por el voluntariado, no sé qué cojones tendrán que hacer allí, si en España tenemos mogollón de cosas por hacer, será que queda más bonito decir que ayudo en la India a ayudar en el hospital princesa, donde también hay ancianos, o en cualquier residencia. Pero esto ira en otro capítulo, después nos fuimos a Darjeeling, las montañas del Este, en la frontera con Nepal, donde nos pusimos malos. Yo con fiebre y malo de la tripa y Marine más o menos igual. No vimos nada, solo una enorme nube 24 horas, y luego nos vinimos aquí, donde estamos, Bodgaya, la ciudad donde Budda alcanzo la iluminación bajo un árbol. Así que estamos sanos y salvos. Y con un calor de la ostia.

sábado, 7 de julio de 2012

YA ME LO SABIA YO...


Cogemos un bus hasta la frontera, ya en Tailandia, no sé porque, pero me pasa de nuevo mi temor en Tailandia. No sé porque, pero no me gustan del todo. No he dado con gente sincera de verdad, solo con buscadores de dinero. No nos entendemos, no ya solo porque no hablan inglés, sino porque me da como que ni hacen por ello. No digo que todos los thais que he encontrado sean malos, alguno me he cruzado que no era ni bueno ni malo, he imagino alguno que nos ayudaría de buena voluntad, aunque no le recuerde. Bueno lo que decía, el primer tema es la frontera.
En la frontera, haciendo visas
(El poli ya me ha dado un toque por acercarme demasiado a la ventana, mirar que hace con mi pasaporte y no mirar a la cámara la primera vez que me hace la foto, así que va a estar divertido)
-A dónde vas?
- a Bangkok,
-a qué?
- A hacerme una visa.
 - Tú ya has estado aquí. No?
- Si.
 -Y porque vuelves?
- Ha hacerme una visa.
-que visa?
-India
Porque?
-por que es más fácil
-porque no la pides en tu país?
-porque estoy en Asia, soy europeo
-porque no vuelves y la pides?
-porque estoy en Asia
-Tu dirección en Tailandia?
Cómo? Yo que sé, una guest house.
–Cual?
-Pffff yo que sé, sir. La primera barata que vea.
–dame una dirección.
-Mmmm kaosand road?
-Escríbelo
(Lo escribo, mal, a posta, por tocar huevos)
-está mal escrito, escríbelo de nuevo
-yo no se tai ni cómo escribirlo, tu sabes escribirlo, hazlo tu.
Pues así es como me reciben en Tailandia, el país de las sonrisas. Luego viene el turno de Marine, las mismas preguntas casi. Hasta que le dice que viene conmigo. GILIPOLLAS.
Y a continuación la bajada del bus, taxistas nos rodean, nos mienten, nos intentan timar, no nos dejan incluso casi ni andar. Bienvenido a Tailandia. Bueno el primer bus, nos cobran 900 bhats, 40 son un euro. Nos dicen, por supuesto, que es el más barato y que no hay otro. Vamos a la segunda agencia, son 800, el más barato. Pedimos otro tipo de bus, y lo hay, mas barato, pero quizá fue un error cogerlo. Es una minivan. Bueno aprovechamos el tiempo que tenemos para ir a cenar. En el camino conocemos a un tipo que vive en suiza, de origen marroquí, pero creció en algún país de Europa del  este, o es lo que pude entender, porque no habla ni papa de ingles, Marine no entiende su francés y no hay dios que sepa que gestos hace, porque no hace nada. Solo habla en algo parecido al ruso. 
primeras calles de tailandia

La minivan son unas 12 horas más o menos, con paradas constantes, sin podernos reclinar, sin podernos mover, vamos un lujado. Llegamos a Bangkok a las 9 y algo más o menos, nadie nos entiende, nadie hace por entendernos, solo los taxis quieren hablarnos, para decirnos que no hay buses, que solo se puede llegar en taxi a la ciudad, PERO SI ESTAMOS EN UNA ESTACION DE AUTOBUSES!!!! QUE ME ESTAS CONTANDO COLEGA!!! Bueno un par de chicas hacen por ayudarnos, nos mandan a una ventanilla. Aparece un punto de información pero no hablan ingles. Bueno damos vueltas buscando un bus o alguien que nos diga dónde coger el bus. Al final aparece, después de 15 eternos minutos danzando por tiendas, ventanillas, gente y sin fin de taxistas.  De alguna manera llegamos al bus, llegamos a kaos and road, y llegamos a una guest house. Ahora, después de recordar esto, necesito un descanso. Hace calor, mucho, solo puedes sudar, es casi asfixiante, es ruidoso, lleno de tuk-tuks, taxis de 3 ruedas sin contador, así que el precio va al gusto del conductor. Comida callejera, gatos, perros y ratas, y turistas, muchos turistas. Es una calle llena de atracciones para el blanco a precios baratos, alcohol, drogas, sexo, masajes, ropa, tatus, cacharros estúpidos, comida, música… todo lo vendible.
Seguira…

HASTA LA VISTA, MALAYSIA


La carretera hacia Tailandia sigue, y nosotres seguimos con ella. Hacer autostop no es fácil… ni difícil. Es tiempo, energía y positividad. Es aprender a interactuar cuando no hablais el mismo idioma, cuando no saben que quieres, pero quieren ayudarte, es aprender a agradecer cadas gesto, incluso cuando el destino, con cada coche, parece mas difícil de alcanzar. Autostop es un modo de vida casi, una filosofía, un enfrentarse al dia sin saber que va a pasar, y si puedo hablar en plata, diría que me la pone dura. Es algo excitante no saber que va a pasar, y esperar que por algún casual, alguna razón mistitca, por alguna cosa que ignoramos, al final, siempre sale bien. Siempre acabamos en algún sitio.
Esta vez nos cogieron un par de chicos y nos dejaron en un McDonald, luego esperamos en la entrada de la autopista, algún coche nos mira con cara de no saber que queremos, otros nos miran raro, otros nos sonríen, otros nos dicen hola, otros tocan el claxon, y alguno para a pedir pasta. Otro para, pero nos dice que va 10 km, nos quedan todavía unos 300 km mas o menos hastala frontera de Tailandia.
Como siempre, esperamos a nuesto angel, y aparece. Al principio es un macarra, coche medio roto, con música macarra, con pintas de macarra…vamos que le faltan los oros y los dados en el espejo. Pero como es Malasia, y no hay macarras, pues no se como clasificarle. También me pasa que ha veces sigo intentando clasificar a la gente por imaginarme por donde pueden salir. El tipo es majo, fuma, corre, tiene alguna herida, y cuando le cuento 2 palabras en Bahasa se emociona. Me empieza a habalr en su idioma, le respondo qure no hablo tanto, y me dioce que si le puedo responder, que hablo, bueno, halla el. Se llama Jai Jai (Ye Ye) lleva helados , trabaja de repartidor, pero intuimos que es el jefe. Nos cuenta un poco su vida, no es un macarra, pero tiene su vida de malavida. Peleas, movidas, novias, outlaws, … Nos dice que si hemos comido, que tiene hambre, no podemos decir que no, aunque pensemos que se nos hace tarde. Comemos, vienen sus colegas, nos echamos unas risas, y nos dice que se esta haciendo tarde, que si queremos pasar la noche en su casa. Vive solo, en un apartamento con 2 habitaciones. No podemos decir que no a esta invitación tampoco.
Karaoke
Al llegar a casa nos dice si queremos salir, que es sábado. Lo tomamos con ganas, si quiere salir, salimos, bar, disco, bolos, peli, nos da igual. Al final sale peli, y no una peli en casa. Nos vamos al cine. Aunque llegamos tarde, las entradas ya estanc omradas, vamos con unos amigos suyos, que habaln ingles. La peli es Madagascar 3, en 3D, y vaya pasada!!! Con gafas y todo. La verdad que como experiencia, fue fantástica. Nos reimos, compartimos momentos divertidos, confiamos en el mundo y el mundo nos da lo que buscamos, humanos. Luego vamos a seguir la noche, toca karaoke, un clásico en las noches asiáticas. Un edificio de 2 plantas, todo llenos de salas para cantar. Sobre nuestra calidad….bueno, ya me conoceis, un poco desafinado, un poco rápido a veces, un poco despacio otras, no encuentro el tono, no se me la letra…un mundo de pequegnos fallos que hacen del momento algo memorable para los 6, Jay Jay, la pareja y el hijo, y Marine y yo. Como se supone que hablo Bahasa, y lo puedo leer, pues también canto en Bahasa.Antes de ir a dormir hay que hacer la gran actividad malaya, MAKAN, vamos, comer.  La noche termina y tenemos otro grna amigo en malasia. Empezamos el dia sin saber ni siquiera si encontraríamos una guest house donde dormir, y ahora tenemos un colega que nos ofrece su casa.
A la mañana siguiente se ofrece a llevarnos a una estación de servicio donde otros coches puedan recogernos facilmwente, pero antes se empegna en que hay que desayunar, y que el quiere pagar de nuevo. El a pagado todo, no nos ha dejado pagar nada, somos sus invitados en su país, y se siente en la obligación de recibirnos con lo mejor que pueda. Asi nos pasa con todos los malayos.
en algun restaurante de algun lugar en Malasya, tomando ice tea with lemon
Esperamos en la estación, enfrente de una gasolinera, hace un calor horrible, ya no queda agua, casi no hay sombra, no hemos dormido mucho y lo que menos nos apetece es esperar al sol. Otra vez miradas, gestos incomprensibles, largas explicaciones que no llevana ningún sitio, y al final 2 empresarios que nos ofrecen llevarnos al siguiente punto, y a la estación de buses. No queremos buses, pero son las 12 casi, y no hemos avanzado nada. Tenemos una semana para hacer la visa India, y asi no llegamos ni a Tailandia.

miércoles, 4 de julio de 2012

ALTOS SITIOS, GENTE DE ALTURA



El bus a Cameron Highland es largo, una hora hasta las montañas, después 4 horas de subida. Curvas, baches, saltos, más curvas y más agujeros y más saltos, además es de noche. Que divertidas son las carreteras!!! Intentamos hablar pero hay mucho ruido, dormir pero nos movemos mucho, ver una peli pero se marea, en fin, el camino se hace largo.
Llegamos de noche, el sitio es fresco, huele fantásticamente, a humedad, a campo y a la gran cantidad de flores que hay por las calles. Rosas, jazmines, gardenias, y otras tantas que no sé, pero que hacían del sitio un magnifico jardín.  Buscamos una guest house pero todas cuestan un pastón, nos piden 80 ringets, unos 20 euros. Además solo tienen  la última habitación. El sitio es muy bonito, demasiado para nuestro bajo coste. Todo está lleno de turistas, no solo europeos, sino también malayos. Es holidays season y esta a full. Volvemos en busca del colega thai que nos ha ofrecido su ayuda y en el camino conocemos a Yassine, uno de los mejores regalos del cielo. Viene con una pareja musulmana, pero hablan en ingles. Ellos le dicen que nos atienda, que no se preocupe, que luego le ven por la noche. Hablamos un poco antes de ver la guest house, precio, y condiciones, el me caza a la primera, español, portugués o italiano. Con el pelo, el ingles y regateando precios. Yo también le cazo fácil, moreno de piel, pequeñito, con una sonrisa amplia, y dando gracias al cielo… es de etnia india, ósea que indio o bengalí. Nos reímos y nos caemos bien. El precio son 30 por noche, con desayuno incluido y posibilidad de cocinar en casa.
Le seguimos hasta la habitación, y vaya habitación, es más grande que mi salón, y por si fuera poco no tiene solo una cama de matrimonio, tiene 2!!! Por si discutimos o algo imagino. Después de dejar los macutos nos pregunta si tenemos hambre, que tiene algo de cena que ha cocinado hace un rato. Antes de poder responder ya ha puesto los papeles de periódico en el suelo, sacado los platos, y preparado para ofrecernos cena. Hoy toca curry bengalí, como él dice, que en realidad es el mismo casi que aprendí a hacer en Nepal, el mismo que en la India, base de patata, garlic, turmeric, ginger, cinamon, anis star, garam masala, y otras variedades al gusto, con onions, chilis y algunas hojas.  La cena es deliciosa, acompañada de dhal, las lentejas, y arroz, como siempre arroz. Después nos invita a fumar, nos dice que  los españoles siempre gustan de fumar, igual que italianos y franceses.        
LA SONRISA QUE ALIMENTA EL ALMA...

...Y LA MANO QUE NOS ALIMENTA
Después aparece la otra pareja, son belgas, de origen marroquí. Yassine trae los mapas, y toda la información recogida durante sus años allí. Empieza con un – no necesitáis contratar un tour, el camino es muy fácil y está marcado, es imposible salirse del camino, porque es todo jungla, lo venden peligroso para dar miedo. Lo mejor es que hagáis el trecking primero, podéis ir en autostop, así es más barato, y podéis conocer locales de vacaciones. Bajáis hasta los campos de té, hacéis fotos y pasáis un rato allí. Después cojeas otro coche y os bajáis en la fábrica de té, todo el mundo para allí. Es gratis y tienen un tour gratuito por la fábrica. Luego vais al pueblo, coméis algo y podéis seguir el camino hasta los campos de fresas, donde podéis comprar las fresas recién recogidas del campo. Luego seguís la carretera hasta otro punto (que no recuerdo) y así hasta Tana Rata, donde nos alojamos- El tipo es un crack, toda la información por amor al prójimo, el lo tiene claro. Le encanta la gente, de hecho, a veces vienen backpacker a ayudarle voluntariamente en los jardines de su jefe, a cambio el jefe les da comida y alojamiento. Pasamos una agradable noche compartiendo historias y aventuras, distintos modos de viajar y de hacer las cosas. Ellos van con dinero, pero solo tienen 20 días, y quieren hacer Tailandia también, se sienten con envidia sana de nosotres, viajando sin fecha, sin mucho dinero y disfrutando de cada sitio de una manera muy especial. Al preguntarnos por nuestro trabajo nos reímos todos, -mmmm travellers?- no tenemos carrera, ni trabajo fijo, ni casa, ni coche, ni siquiera carnet, y ellos están casados, con casa, con coche, con un buen puesto de trabajo y tienen envidia por tener solo un mes de vacaciones.  No sé, pero algo falla en lo que nos venden.
CORTANDO POLLOS EN...SI, HAY.

Al día siguiente vamos a la jungla, subimos la montaña mas grande de la península, unos 3000 metros más o menos, y la verdad que no me pareció tanto. Quizá porque ya estábamos altos. Andamos como unas 5 horas, con un americano de california, hospedado en la casa del CSer con el que hemos contactado. Después fuimos a comer, conocimos a Troji, el CSer, fuimos a ver los campos de té y la fábrica, los mercados locales y poco más. La verdad que el sitio es bonito y fuera de las vacaciones tiene que ser tranquilo, pero ahora, la carretera esta petada, y muchas veces pasamos por partes en las que solo entra un coche. Imaginaos la de atasco que hay.
De camino a casa nos coge una familia de origen Indio, encantadores, y deciden parar con nosotros a tomar un té y conocernos, nos ofrecen comida también, pero estamos llenos. Al terminar, amablemente el hombre nos ofrece su casa por unos días, para conocer a su familia y su trabajo. Lamentablemente no podemos ir. Las cosas de los vuelos y las malditas fechas. Al llegara a casa Yassine nos espera para empezar con la cena. Adivinar que toca. Si, correcto. Arroz, jejeje con curry. La cena es deliciosa, la compañía fantástica y ver a Marine delante de mí comiendo con las manos es un placer. No se lo dije por no interrumpirla, pero es una genia de la vida.
SENTADOS EN "LA MESA" CON "LOS CUBIERTOS" PREPARADOS
Por la mañana nos vamos a seguir el camino, autostop hasta Tailandia, si todo sale bien. La cosa funciona….a medias. Nos cogen, pero por poco rato. Y los pocos que paran, nos preguntar por dinero o nos llevan a la estación de autobuses. Los lifts son una pick up que intenta adelantar todo el rato, aprovechando cada curva, cada recta, cada atasco. Vamos un viaje divertido, sobre todo porque yo iba fuera del coche. El siguiente es una familia de Birmania, refugiados políticos. En el coche vamos el padre, la madre, dando de mamar al bebe, el hijo de unos 7 años, una hermana, con su hijo de 3 años, y una amiga. Más nosotros 2. 6 adultos 2 niños y un bebe. El coche es de hace unos 30 años, y va saltando todo el camino, además de doloroso, pues Marine va en mis rodillas, muslos huevos, es bien divertido el camino. La familia no habla ingles, menos la madre, un poco poquísimo. Menos Bahasa, así que todo es mediante gestos, pero poca comunicación.
Llegamos hasta Ipoh. El incidente gracioso fue en el restaurante, cuando al ver 2 blancos se acercaron a ver como éramos, con cara de desconcierto, al ver que les hablábamos en un rotísimo Bahasa, se acercaron a reírse.         
Y esto es lo pasado durante la visita a Cameron Highland.