mirandome a la cara

La noche fue dura, fue dura como lo es siempre. Tengo vagos recuerdos, recuerdos caras, sonidos, cerveza, copas, bailes, y tu, como siempre tu, Ella. Ella y el, el fruto de lo que no queda. Que se yo lo que sera, me psea cada noche y cada mañana el imaginarme que ya nunca mas nos volveremos a ver, a querer. Me duele, puedes alegrarte, te funciona, y yo  no te lo voy a echar en cara, me lo hago yo solito.
El hígado me duele, me duele el corazón taquicardico, la cabeza me va a explotar de tanto pensar, y allí  para todos los dolores el señor hígado  Lo mismo es el que mas esta sufriendo por todo esto, noches y noches acabadas al día siguiente intentando encontrar alguien que entienda este dolor, que me saque de este pozo negro en el que siempre caigo. Bendito dolor, bendita tristeza, tu me recuerdas que sigo vivo y que de los errores se aprende, o por lo menos se pagan.
Esta vez ya no hay vuelta atrás, bueno si, la que me hago todos los días  la vuelta atrás solitario y cansado, dolorido de otra noche mas intentando ganar una batalla que ni siquiera he librado, pobre de mi, que asquito me doy, contándome batallitas que nunca existieron delante del ordenador.
Nos veremos pronto querido cielo, mientras tanto, seguiré quemando un poco mas la vida a ver si así hago que luzca.