Viernes, Busy day. Tengo que ir a la ciudad, ingresar pasta en
mi banco, que me está muchos dolores de cabeza, hablar con los del micro y los
cascos para el NoteBook. No funciona la idea, así que me tienen que devolver la
pasta, y a todo esto, todavía no he encontrado quien me lleve. Chete esta malo,
Lan tiene curro Apae no tiene ni coche ni moto, Bafro no responde. Al final aparece
PIko, quien me dice que me lleva a la estación.
De camino le digo que tengo que solucionar antes lo del
micro, pero que no tengo muy claro donde era. Encontramos el sitio, lo
soluciono todo sin problemas. La chica me reconoce, me pide el ticket, me dice
que la caja esta sucia de café… yo la miro, la sonrío, giro un poco la cabeza
en plan sorry. Miro el reloj, debuty, tengo todavía 15 mins para comer algo Cojo
el bus desde TC hasta KL, se supone que Marine llega hoy. A las 6 más o menos
aterrizara. Quedamos a las 7 en la estación de buses. Yo cojo el bus a las 12 y
media, así tengo tiempo para ir a la guest house, pedir una habitación, ducharme, comer.
El camino en el bus pasa despacio. Quiero llegar ya, quiero
que llegue ya. Cuanto menos queda, más despacio pasa el tiempo. El tiempo se
multiplica potencialmente. Quizá en base cuadrada, quizá cubica…no lo sé.
Intento dormir, hace calor, sudo, el bus salta todo el rato y no encuentro la
postura hace frio. Esto no funciona para no esperar. Intento leer para pasar el
tiempo hasta que me entre sueño, el coche salta, se mueve todo el rato, no me
concentro, hay ruido, la ventana me llama todo el rato. Miro por la ventana
para disfrutar el camino, todo es igual, nada me llama en concreto,
plantaciones de palma kilómetros y kilómetros. Autopistas sin final, sin
principio. Siempre en el medio. Esto me aburre y me entra sueño, volvemos al
principio.
Llego a Kl a las 5.cojo el “upperground” el metro que va por
los aires. Chinatown a las 5 y media. Guest house, habitación, ducha, saludos,
organizar las cosas y son las 6 y cuarto. Me siento emocionado, aunque todavía
no me creo del todo lo que estamos a punto de hacer. Esta vez, fuera de lo
normal, llego pronto. 6:45. Lo mismo ha salido antes y ya está aquí. Doy unas
vueltas, nada no está. Es normal.
Espero en una escalera, en otra, vuelvo al punto de
encuentro y me siento. 7:15, todavía no ha llegado, nos dimos de margen hasta
las 7 y media. Voy a donde paran los buses del aeropuerto a esperar. 7:45 y todavía no está, lo mismo ha pasado de
largo, vuelvo al punto de encuentro, tampoco esta. Vuelvo a las escaleras mecánicas,
únicas escaleras que dan de la estación de buses, nada. Fumo un piti con un
tipo de Bangladesh, me hago colega de un japo que también está esperando a su
novia desde la misma hora que yo. Su problema es mayor, la ha mandado a otra
estación, confía en que Sentral es una parada obligatoria desde el aeropuerto.
Son las 8:30 y tengo hambre, no he comido casi nada en todo el día y todavía no
está. Me pienso si habrá decidido no venir, si en el último momento decidió que
mejor no arriesgaba. Que se quedaba en casa, con sus amigos, su familia, si
vida fácil, su futuro trabajo. Empiezo a sentir miedo, miedo de haberme
equivocado, de haber sido capaz de darlo todo y que al final ella no aparezca. No,
no puedo sentir que me equivoque al intentarlo, yo hice todo lo posible, si no
aparece, no será mi culpa, simplemente es que no debía de darse la situación. Si
se marcho una vez, lo mismo no debe de volver a pasar. Son las 9 y ya no se qué
pensar. Sigo esperando por inercia. Decido que si hace falta pasare la noche
hasta que todo cierre, entonces, me daré por vencido. Ella no vendrá, mientras
tanto, yo seguiré esperando, nada que perder y mucho que ganar. Son las 9:30 y
me llama, me llama, está aquí, ha venido, ESTA AQUÍ!!! Pero se la ha olvidado
que mi teléfono no funciona, yo no puedo hablar. Me escribe, llega en 20 minutos.
Al fin, al fin tanta espera, tanto tiempo, tanto esfuerzo ha dado sus frutos,
nos volvemos a juntar. Yo todavía no me lo creo. Marine esta aquí, la mejor
colega que he encontrado para viajar ha vuelto, volveremos a ser una pareja de hitchhikers, de
dormir en cualquier lado, de vivir aventuras, de dejarnos llevar, de no
preocuparnos por nada, juntos, siempre nos va bien. Nos lo hemos aprendido.
Qué bonito el reencuentro, que bonito es el amor, que bonito
es el momento en el que nos encontramos de nuevo, que ganas de comernos a
besos. Tantas preguntas, tantas curiosidades, tanto por contarnos, tanto por
hacer. Y a los 2 días, como siempre, la cosa funciona a la perfección, es como
el día en el que lo dejamos, nos entendemos igual de bien, nos compaginamos
igual de bien, las mismas bromas, los mismos gestos, nada ha cambiado pero todo
es diferente. Huele a aceptación mutua, a reconocimiento en el esfuerzo, en lo
mucho que nos jugábamos desde el principio. La relación es la misma, la cabeza
es distinta. Somos conscientes de que nos queremos, de que nos podemos hacer daño,
de que nos podemos hacer mucho bien, pero sobre todo, somos conscientes de la
vida. No sabemos que pasara mañana, pero sabemos que el presente es nuestro, y
no queremos malgastarlo. Hemos decidido hacer nuestra vida a nuestra manera,
fuera de convencionalismos, de seguridades, de fracasos sociales. Lo que nos
importa es el aquí y ahora, la vida en su más intimo sentido. Lo que nos hace
latir con fuerza, con pasión, con amor. Hemos apostado todo a una carta, a un
sentimiento, al motor de la vida, a lo más humano, a la religión más maravillosa
de todas, al AMOR.
Pasamos unos días en KL, en la capital, nos hacemos algunos
colegas, yo mejoro mi Bahasa Malayu, y ella mira todo como quien viene por
primera vez. Yo la veo y reconozco mis tablas, me siento muy a gusto con toda
mi experiencia, con toda su novedad. Es como descubrir Asia de nuevo, pero con
la experiencia de alguien que ya se lo ha pateado. Con la seguridad de que nada
malo va a pasar.
Esto es Batu Caves, un templo hindu, |
A los pocos días volvemos a la carretera, a probar autostop,
salir de KL es una locura, aquí nadie sabe lo que es autostop y mi poco y pobre
Bahasa no se si nos ayuda o los confunde mas. El primer día nos recoge David,
un tipo de Nigeria, nos invita a conocer a su familia, a sus colegas, y al
final acabamos en un bar lleno de africanos, bebiendo cerveza. El tipo lleva 4
latas desde que nos ha recogido, a las 2 de la tarde. SU vida se mueve en una
esfera un tanto mafiosa, no sabemos muy bien a que se dedica, solo que no tiene
permiso de trabajo, así que hace business, algo como importación y exportación. Nos dice
que puede hacer mucho dinero, y que dios le ayuda, habla mucho de dios, de un
dios cristiano. Es de la iglesia de Pentecostés. Al final, la noche termina con
su rodilla fuera de lugar, que sensación más extraña la de ver la espinilla
totalmente apuntando hacia fuera, vamos que se le salió la rodilla del todo. Se
monto un pollo allí, la gente en corro, unos que le quieren mover la pierna,
otros que no. Aquí, como en todos los sitios, todos somos médicos y sabemos que
hay que hacer, pero querría yo verlos a ellos en el suelo con la rodilla así. Yo
intento hacerle espacio y preguntarle que quiere, un médico, un tirón en la
rodilla, moverla despacio, pero hay tanta gente y la música esta tan alta que
no podemos comunicarnos. Al final todo se soluciona, tiene la rodilla en su
sitio. A todo esto, hay que añadir que nos llevamos a su hija, una bebita de
casi 3 años, una lindeza de niña. Obviamente se quedo dormida en la fiesta,
casi como nosotros, mientras el padre bailaba
y nosotros, bueno mas Marine que yo, cuidábamos de ella.
Marine, yo, David (Deivid) y Anita |
Al día siguiente volvimos a KL, nos despedimos de David con
un emotivo abrazo por todo lo pasado, pero contentos de salir de ese mundo. Una
experiencia más, pero no la que más buscábamos, jeje, eso nos pasa por tanto
dejarnos llevar.
Esta vez nos hicimos
con un mapa en la oficina de turismo, y decidimos que vamos a Cameron Highland en
bus. Nos dicen que el último es a las 3:30, miramos el reloj, son las 2:30. Corremos
hasta la estación de autobuses, con el estrés
de vernos otra noche más en KL y al llegar, hay otro a las 5 y media, y de paso
miramos la hora, el reloj de la oficina estaba adelantado media hora casi.
Nuevo tatu por un colega aprendiz. IN LOVE, I TRUST |
Continuara…
LA CARRETERA ESTA LLENA DE COSAS MARAVILLOSAS, PERO MUCHAS
VECES ENVUELTAS EN UN PAPEL QUE NI MUCHO MENOS PARECE DE REGALO
One love! One hesrt! let´s get together and feel all right
ResponderEliminarif you're happy, I'm happy.
Kiss
La madre de Harry el tuerto