(Esto ocurría alrededor del 11,12 y 13 de Junio, si voy con
un mes de retraso)
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Una de las calles que te ofrecen salida al Kaos |
Si, así es como debe de llamarse esa maldita calle. Kaos and
road. No sé si es manía, asco, desagrado, mal entendimiento, no lo sé. No
consigo entender esa calle. Es una calle solo para turistas. Alcohol, comida,
ropa, drogas, baratijas y sexo. Eso es todo lo que encuentro en esa calle. No,
no consigo entender porque volví allí. Bueno si, porque no sé dónde puedo
encontrar otra cama a ese precio, y tampoco es muy barata. Bueno la cosa es qué
llegamos allí y se nos hizo tarde para ir ha hacer la visa, así que pasamos el día
dando vueltas alrededor, comiendo, durmiendo, sudando, porque hace un calor
infernal, y por la noche, como no había otra cosa que hacer, compramos cerveza.
Creo recordar que costaba como un euro la botella de 2/3. Cogimos una cada uno,
yo me emborraché, Marine decidió que pilláramos otra ronda y yo dije que me volvía
a casa. Que eso estaba lleno de sacacuartos, que mejor nos la tomábamos en casa
tranquis, con musiquita. Bueno después de media botella más yo dije que me iba
a la cama, que estaba borracho. Así estoy, con un litro de cerveza y me toca
irme a la cama. No quiero pensar que sería de mí si volviera a España. Quizá
volver a los zumos de manzana por la noche, a buscar botellas de cola, a
recordar pillar mi bebida porque la “sin” está pensada para la “con”. Nada, yo
paso de eso. Mejor me busco la vida por aquí, o
me busco un mejor plan que el botellón para las noches que sueño con
Madrid. Pero volvamos a Tailandia, la cosa estaba en que no sé si es por la
glicerina, o porque medio borracho era la única manera de soportar aquella
historia, o porque me dije- mira mejor que beberte 4 botellas, y gastarte toda
esa pasta, ponte borracho fácil y olvídate de todo. Y que sea lo que la vida
quiera. No, no fue un gran plan, aunque me lo pase bien haciendo el tonto con
Marine, al final siempre hacemos lo mismo, el tonto y nos lo pasamos muy bien.
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4 carriles en cada direccion, a veces, para cojer el bus te toca cruzar 2 carriles, porque para en mitad de la carretera |
Al día siguiente nos toca ir a la embajada india, otra
aventura. Aquí no hablan mucho ingles, pero por alguna razón entendemos que bus
debemos de coger. Cogemos el susodicho bus, y al poco nos dicen que no, que no es este bus. Ósea es este bus, pero no este en
concreto. Que es de otro color. El color amarillo va por la autopista, tenemos
que coger el azul, o eso recuerdo, que lo mismo era rojo, que es el que va por
la calle. Nos bajamos y allí no pasan más buses. Nos dicen que la parada está
en la calle paralela, en la paralela nos dicen que no hay buses, luego nos
mandan al sitio donde nos hemos bajado, y así pasa el tiempo y nos quedamos
otro día estancados en Bangkok. Yo me harto de que nos manden de un sitio para
otro (porque esa es otra, como no pueden admitir que no saben o que no pueden
ayudarte siempre te dan una dirección, eso, o que como quieren parecer saber
ingles pues te mandan a algún sitio, luego…ya te buscaras la vida) y decido que
pillo un tuk-tuk. El primero me dice que 300, yo le digo 50 y me dice que
adiós, pues hasta luego. El siguiente me dice que cuanto pago. Le digo que 50
me dice que 250, le digo 50 me dice 200, le digo de nuevo 50 y me dice que no,
que muy lejos. Ya el siguiente le paro con más información, así que antes de
que me empiece a comer la oreja con que está lejos y toda la pesca le cuento yo
la historia, así que al final lo saco a 100, que es una pasta, pero lo prefiero
antes que pasar otra noche en Bangkok. En el camino nos hacemos colegas, así
que nos ofrecemos el trato mutuo. El nos da el lift gratis, y nosotros le
llenamos el depósito. Esto es algo típico de aquí. Hay tiendas que les dan
gasolina por llevar turistas, si compramos algo, se lleva comisión además. A
veces, esto pasa casi como un timo, diciendo que hoy es el día de buda y no hay
tasas o cosas así, o que el envío se hace gratis, o que hay un descuento del
10%, bueno, muchas cosas así, pero también se puede usar para que turista y
conductor salgan ganando. Las tiendas son las mismas, joyas, agencias de viaje
y trajes a medida.
Al llegar a la embajada empiezan los primeros problemas, o
más bien las pedidas de pasta. Los papeles, pasta, unas fotos, unos casi 5
euros, le digo que nos las hacemos abajo, que hay un fotomatón. Esto nos cuesta
la mitad, pero no toca cambiar dinero y… no hay Money changer!!! Así que solo lo podemos
hacer en el banco. Mal ratio mas comisión. Luego volver ha hacer la cola, mas
pagar las visas, mas el bueno, ya os llegara un mail diciéndoos si tenéis la
visa o no, si no la tenéis se os devuelve el dinero de la visa, pero no los
tramites, bueno como en todos los sitios. Al final unos 130 euros más o menos
diría, porque fue hace un tiempo largo.
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black buddha, en el temblo de big Buddha |
Para la vuelta llamamos al tuk-tuk, pero antes comemos algo,
una sopa mala, pequeña y cara. Sitio de oficinas, tipos con corbata, precios inflados.
En las tiendas nos pasan cosas graciosas. A Marine le paso lo que me paso a mí
la primera vez, la llamaron pobre, y quien? Un indio, aiva la ostia. Después de
pasar un rato en la tienda de trajes a medida a 100 pavos, nos dijeron que
porque malgastábamos nuestro tiempo y el suyo, que si no vamos a comprar nada
por que entramos, luego otro intentó hacerme sentir mal. Yo le dije que no
quería trajes ni pollas de esas. Que buscaba camisas baratas y de calidad para
la boda de un colega, otra historia inventada, me dijo que ya que me hacia
camisas que me hiciera 3, que así era más barato, luego regateamos el precio,
le gane el pulso y cuando gane le dije, bueno en realidad no estoy muy convencido,
lo mismo no voy, entonces el tipo se mosquea conmigo, y me dice que porque hago
eso, que soy mala persona, que si no voy a comprar porque le hago perder el
tiempo, y yo entonces le respondo que lo que hago es pasar el tiempo aquí para
que me salga gratis el viaje, el tipo se mosquea mas, y yo le digo que esto, es
como en India, hay que comer mucho la oreja y tocar un poco los huevos. Es un
recuerdo de su país. Creo que no le hizo mucha gracia, yo me partí la caja
viéndole como se emocionaba imaginándose esa comisión y su desilusión al ver
que esta vez el blanco es el que hacia negocio con él. En la agencia de viajes
un poco más de lo mismo, una india, nos quiere vender un paquete a Chiang Mae,
nos vende el bus turista, comida para todos los días, un trekking de 3 días por la selva y el
billete de vuelta. La decimos que es caro, nos dice que no, pero que puede
cambiar algo del billete. Sigue siendo caro, así que cambia algo de las
comidas, sigue siendo caro así que cambia algo del alojamiento, sigue siendo
caro así que la preguntamos si podemos contratar el trekking allí, nos dice que
sí, pero que es más caro allí, porque es en el sitio y te cobran comisión. Bueno
después de un rato dando vueltas la decimos que nos vamos, que tenemos que
pensárnoslo, que venimos mañana. Ella se enfada, grita, pierde los nervios por
no vender, nos dice algunas cosas que no entendemos y nosotres nos echamos unas
risas. Debe de ser duro para elles vivir en ese mundo, viviendo solo de lo que
puedas venderle a alguien. Ahora me acuerdo de mi haciendo socios de ONG’s pero
joder, que se lo tomen un poco más calmado, no? Quizá sea porque en realidad
hacen muy buen negocio, y tanta cantidad de dinero los haya cegado, ya no
tratan con humanos, solo con dólares andantes, y a no son humanos, son un speech y una sonrisa
fabricada para tu confianza en elles. Ya se me yo ese mundo un poco. Que se
jodan. Un poco más de lo mismo con las joyerías, quitando que de verdad, estos
tipos si eran amables, y te contaban las cosas con respeto y dedicación.
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detalle de las puertas del templo |
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big buddha |
De vuelta le pedimos que pare en el big Budda, para que Marine lo vea, y que
nos espere. Nos tiramos un rato largo, pues yo aprovecho para hacer algo de
meditación, y obviamente, al salir, ya no había tuk-tuk. Bueno el camino son 20
minutos a casa, aprovechamos para comer unos bollos, unos helados y unas
frutas, hace un calor de la ostia.
Llegamos, a Kaos and Road, cambiamos dinero para la semana,
andamos un poco en ese circo de personas, pasamos el rato, y para cenar
volvemos al puesto del otro día, 30 baths por plato, 75 céntimos, en cualquier
otro restaurante alrededor, turista, el plato mínimo son unos 100. Así que muy
alegremente comemos en nuestro puesto de la calle. Arroz con pollo o cerdo de
muchas maneras, no hay vegetales ya. Por lo bien que lo hemos hecho nos tomamos
un donut casero de postre. La calidad…bueno, tailandesa, el precio también tailandés,
5 baths, a este precio todo sabe bien.
Al día siguiente toca la aventura de llegar a Ragnon,
Pattaya. El primer bus, el urbano, fue más o menos fácil, sin dar vueltas alrededor
de la ciudad. En la estación la cosa ya se complico mas, porque hay 2 Ragnon, o
Rayon, depende de quién lo escriba, y todo depende de una pequeña pronunciación
nasal muy típica de esos países que nosotres, europeos, no somos capaces de
imitar fácilmente. Como no pueden admitir que no saben dónde comprar el
billete, o que sitio decimos, o que sencillamente no saben inglés, todo el
mundo nos manda para algún sitio. Información, 2º piso, nos manda a la
ventanilla 21, en el 1º. La 21 nos manda a la 12, también en el 1º, la 12 nos
manda a la 34, en el 2º y la 34 nos manda a la 21 de nuevo. Ya en la 21 le
decimos que nos den el billete, que no queremos seguir dando vueltas, y nos
dice un ah!!!! Ragnon, si si, es aquí. Será que no dijimos bien Ragnon como un tailandés
y sonábamos más a chino. El bus es un largo camino, como siempre, pero el bus
es cómodo, se ven mogollón de edificios enormes en toda la ciudad, templos en
cada callejón, entramados de casas, entramados de calles. Entramados de
personas y un kaos para ser cartero o taxista. Después de unas 4 horas llegamos
al destino, Ragnon.
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como Vencecia, pero sin tanto glamour, Bangkok fue conocida por sus canales. |
Como voy un poco atraso con las historias diré que ahora
mismo estoy en India, pase por Calcuta, hice una semana del voluntariado Madre
Teresa y nos fuimos de ese negocio, Calcuta esta petao de Españoles por el
voluntariado, no sé qué cojones tendrán que hacer allí, si en España tenemos
mogollón de cosas por hacer, será que queda más bonito decir que ayudo en la
India a ayudar en el hospital princesa, donde también hay ancianos, o en
cualquier residencia. Pero esto ira en otro capítulo, después nos fuimos a
Darjeeling, las montañas del Este, en la frontera con Nepal, donde nos pusimos
malos. Yo con fiebre y malo de la tripa y Marine más o menos igual. No vimos
nada, solo una enorme nube 24 horas, y luego nos vinimos aquí, donde estamos,
Bodgaya, la ciudad donde Budda alcanzo la iluminación bajo un árbol. Así que
estamos sanos y salvos. Y con un calor de la ostia.